He cerrado con llave. Para que no
se pueda entrar. Para tener que abrirte, poder llevarte directo a nuestra cama y dormir contigo.
Una siesta de las nuestras, de las que
dormimos poco, o nada, o a ratos. De esas que empalman con la tarde, o con la noche, y empapan
las sábanas. De las que pones una película, y solo te enteras del título,
porque lo siguiente que ves, es la pantalla en negro, porque los colores nos
los hemos repartido nosotros.
De esas mañanas de cama en las que no te quieres levantar, en las que sueñas
despierto, y duermes en sueños. En las que hablamos y callamos, a un ritmo que
marcamos nosotros, y nuestros besos, y nuestras manos. De esas en las que
cuando despiertas quieres volver a empezar, y la empezamos.
República Libertaria de la Cama. Un lugar hermoso para vivir. Saludos.
ResponderEliminarPrecioso relato y momento.
ResponderEliminarBesos 🌷🌹🌸
Si es que una buena siesta no tiene desperdicio.
ResponderEliminarBesos.
Pura pasión! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarPor siestas así es por lo que vivimos.
ResponderEliminarEsas buenas siestas que se repitan muchas veces.. Me ha encantado!! Mil besos Nieves!!
ResponderEliminarVaya poema de amor y paz que te ha salido. Feliz año aunque se un poco tarde.
ResponderEliminarMuchísimas gracias por pasar y comentar estos trocitos de pensamientos que se me escapan y se convierten en letras.
ResponderEliminarBesitos :)
Ahí es donde deberíamos vivir siempre!!1 ;)
ResponderEliminarBesitos =)))