Nunca la había visto con los ojos tan tristes. Al menos no lo recordaba.
Estaban en el supermercado y él le preguntaba si coger esto o aquello. Ella bordeaba con el carrito del super las calles de la fruta y de las carnes. Intentaba centrarse en qué comprar. Intentaba centrarse en aquella vida doméstica que nunca cuestionó.
- Date un capricho cariño. Él la miró intentando dar consuelo a esos ojos que no reconocía.
Ella lo miró con cierta ternura aderezada con la angustia de la verdad. No había capricho en aquél lugar que consolara y llenara su alma. Miró los muffins con pepitas de chocolate, hizo creer que le ilusionaba y después de super se sentaron al sol del invierno y tomaron café. Abrieron el paquete de muffins. Él la miró y le dijo las palabras correctas y ella lo escuchaba saboreando el chocolate mientras buscaba una escapatoria hacia ese lugar lejano a la vez que desconocido, ese que está mas allá de su propio horizonte. Saboreaba el café amargo con el tierno bizcocho y allí sentada junto al hombre que la quería y el frío de una mañana cualquiera de invierno recordó el sabor que aún estaba en ella. Ese que ha quedado en ella formando parte de su piel. Y supo que no había caprichos, no había chocolates ni palabras bonitas que aliviaran el amor que llevaba dentro. Intentaba sonreír en su mundo amables y cotidiano. No se puede llenar lo que ya está lleno.
Las palabras correctas...
ResponderEliminarA veces son tan difíciles de encontrar...
Un café, un dulce y la mejor compañía. Lo demás poco importa...Saludos
ResponderEliminarQue duro...... Un beso
ResponderEliminarYo no creo que hubiera sabido decirle las palabras correctas. Me hubiera acordado de Tagore y hubiera optado por el silencio.
ResponderEliminarBesos.
Ella está y no está...
ResponderEliminarGran relato, Nieves. Felicitaciones.
Besos 🌹🍀🌷
Y un dia te das cuenta del camino errado
ResponderEliminarBesos
No es bueno dejarse querer y no poder olvidar un otro amor que nos completa, pero a veces hay que agradecer el amor que se nos da y tratarlo bien, el otro ya no está, un abrazo!
ResponderEliminarVivir en lo que fue no permite saborear lo que es.
ResponderEliminarSi encuentra las palabras correctas, la puedes cagar también, así que a veces no se sabe que será mejor.
ResponderEliminarBesos.
Y a veces esas palabras correctas se dicen sin darse cuenta... y quizás por eso adquieran ese valor extra de lo inesperado.
ResponderEliminarBesos :)