Él se había hecho encajar
en la vida de ella de forma magistral. Como el mago que hace el truco y CHAS...
la sorpresa!!!
Pues así fue, o al menos ella lo sentía así. Recuerda que no
había sido nada receptiva en los principios pero de pronto ahí estaba. Se había
escurrido en sus días cotidianos y ya no se planteaba nada enrevesado. Solo
compartían trocitos de vida sin miedo y sin demasiadas preguntas.
El sol templado de la primavera era un verdadero regalo para gente como ellos, que les gusta tomar el sol. Comían y en la sobremesa él se sentaba con
sus dibujos, ella terminaba sentándose no muy lejos. Se mantenía en
silencio. Lo miraba, sabía que no lo amaba pero valoraba su esfuerzo, su tesón
para saber buscarla y mantenerla ahí, con curiosidad y armonía. No era
guapo pero tenía personalidad y ganas de avanzar en la vida, no era un
hombre con grandes sueños ni ambiciones, era uno de esos bohemios, que le gusta vivir los días tal y como vienen, sin preocupaciones, sin estrés ni prisas, de
esos que miran a los ojos y te desarman porque saben descubrirte. Él sabía
igualmente que ella no sentía demasiado por él. Pero agradecía que
ella compartiera buena parte de sus ratos, de su tiempo vacío, agradecía que le
diera besos en la boca y que lo buscara cuando algo le rondaba por la cabeza.
¿Te
aburres? Le dijo él al verla allí en silencio mirándole.
Contigo nunca.
Dijo ella
Entonces él enredó sus pies en los de la chica.
¿De qué
color me ves hoy? Preguntó dando pie a una conversación.
Azul .
Afirmó ella sin dudas
Yo te
veo bermellón. Le dijo sonriendo y ella se rió sin sonido. Era un
color todo pasión. ¿Aún no me ves
de color naranja? Él sabia que para ella el amor y toda la pasión
por vivir lo sentía de color naranja.
A ratos veo un
naranjita.
No me
mientas… puso una mueca graciosa
No te miento...
Ella empezó a hablarle de cosas, él de vez en cuando se
quedaba mirándola y le decía que le encantaba escucharla, siempre le decía que tenía
cosas importantes que decir, que hablaba muy bonito y que le gustaba todo eso que le
contaba, su perspectiva del mundo, sus alegrías tontas y sus enfados con
el mundo...
Preparó café y se lo tomaron despacito, tomando el sol y
escuchando esta vez lo que a él se le ocurría decir. Siempre contaba cosas surrealistas,
cosas que a ella le hacía reír por lo absurdo o por lo cómico. Ella
reía a carcajadas y él le pedía un beso y ella se lo daba. Él era
como una paleta de colores, donde según el día o el momento favorecía un
color u otro. Donde los amarillos eran los besos y los verdes las risa, los
azules la templanza y morados las penas, los rosas la coquetería, el rojo
la pasión y el sexo y el naranja... el naranja... el amor.
Ella lo miraba con esos ojos llenos de ganas de vivir, de hacer locuras
y de sentirse viva. Él era su mundo bohemio, su arcoíris, su mundo
de sueños, de recreo, de juegos y ensayos, era su mundo de fantasías y
realidades. No sabía si era lo que necesitaba, seguramente... no, ella no estaba enamorada, pero
él conseguía regalarle esos trocitos de felicidad que la soledad
de una mujer como ella necesitaba, en su historia no había sexo, ella no era de tener intimidad sin estar perdidamente enamorada y él había aceptado la derrota, se conformaba con tenerla en sus días, con sus cosas bonitas, sus enfados tontos, sus negativas constante cuando le pedía hacer el amor, él siempre insistía, siempre tenía la esperanza de pillarla en sus 5 minutos tontos, se conformaba con esos besos en la boca que le regalaba hacíendola única.
Si la ve de tantos colores, está claro que daltónico no es.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Este amor un día nos da una sorpresa! Y hasta imagino... tan tan tatán! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarCon tantos colores y amabilidades va naciendo el amor, despacito
ResponderEliminarbESOS
Él acabará destrozado, pobrecillo...
ResponderEliminarBesos.
Es como un ciego andando al tuntun
ResponderEliminarBesos
Al final caerá..y verá el arcoiris!!
ResponderEliminarMil besos!!
El amor es lo que le pone color y calor a nuestras vidas. Saludos
ResponderEliminarMuy bonito, Nieves, me ha encantado la descripción qué le has dado a los colores y claro está qué el relato también.
ResponderEliminarLo que no es, quizás nunca lo sea y se salga dañado de esa espera que acaba frustrando, ojalá no le ocurra.
Besos 💐 🌸
Ahora sí, que el quiera azul celeste que le cueste!
ResponderEliminar=))) besos ♥
Bonita historia.
ResponderEliminarBonito tener alguien para compartir momentos
Quizá decirle a ella que si no hay naranja para hacer el amor puede aprovechar el rojo para hacer sexo.
Que un revolcón de vez en cuando esta bien para la salud.
Muchas gracias por vuestros comentarios y como no ... por esas ganas de que el amor se desate 😊😊
ResponderEliminarBesitos
Muy bello esa paleta de colores, a veces no hay coincidencia
ResponderEliminarAbrazo