Hace mil años una princesa se enamoró de un viajero que había llegado a su reino desde una región desconocida. Ella, temerosa de perderle, lo encerró en el sótano de palacio y cada tarde lo visitaba y lo iba devorando de amor.
Aquella mazmorra no tenía puertas ni ventanas y la única forma de escapar era seguir amando a la princesa, para así creer que estaba en casa.
Una tarde el viajero le dijo a la princesa que no podía quedarse mas tiempo allí encerrado, que debía salir porque de otra forma enfermaría y terminaría muriendo. La princesa presa del miedo por perder su amor descubrió la ausencia del brillo en los ojos del viajero y una tarde optó por dejar la puerta abierta después de su visita. El viajero, agradecido salió de la mazmorra, paseó por los jardines de palacio y ... no se le volvió a ver.
Algunos años después, puede que demasiados, puede que los necesarios, el viajero llegó a palacio.
"He tenido que atravesar todos los reinos de los seis dragones de piedra para saber que no puedo vivir sin ti" dijo
La princesa agradecida por su vuelta lo acogió en palacio y cada tarde lo buscaba y lo devoraba de amor. El viajero, rendido de amor por la hermosa y sensible princesa, obnubilado por el desenfreno y las riquezas rehuyó de la certeza de que aquella princesa poseía decenas de palacios y en cada uno de ellos había un viajero que mantenía encerrado entre los amplios salones, aunque eran libres para marchar no lo hacían, la princesa guardaba un secreto... Si alguno de sus viajeros huyera de sus amorosos brazos, ella volvería a ser el séptimo dragón de piedra y eso NO debía pasar nunca, nunca, nunca jamás.
Hermoso cuento, Nieves.
ResponderEliminarAl parecer no tienen intención de marchar, creo puede estar tranquila.
Besos, muy buena noche
Nieves, mi nieta escuchó tu cuento, (adaptado en partes claro) y le encantó, la tengo pegada por un gran resfrío que no la deja ir a su jardín, gracias por este regalo de hoy, un abrazo!
ResponderEliminarSiempre me han gustado los cuentos!!! Gracias Nieves hacía muuuucho tiempo que nadie me contaba uno,jejeje. Precioso, siempre hay que dejar la puerta abierta al Amor....para que nunca haya ataduras y vuelva o se vaya cuando quiera.
ResponderEliminarMil besos!!!
Qué interesante me ha gustado mucho Nieves un abrazo
ResponderEliminar