La tarde llegó casi sin darse cuenta, una brisa inesperada arremolinó los mechones amarillos de la pequeña Daniela, sentada al borde de un sendero de tierra naranja terminaba de comerse el bocadillo de la merienda.
Su madre se sentó junto a ella para recordarle que terminara de beber el zumo.
- Mamá, las nubes nos miran?
- No sé hija.
- Yo creo que sí mamá - dio un sorbo al zumo de frutas - Las nubes nacen en mitad del océano, allí no ven nada, sólo agua, están solas, inmóviles y se aburren bastante, son algo perezosas y necesitan ayuda, su amigo el viento aunque siempre le está incordiando es muy simpático y la empuja casi sin apenas esfuerzo, nube es esponjosa y fácil de manejar.
Cuando llega a la playa nube se pone un poco mas pesada, y su amigo viento debe empujarla con mas fuerza para que suba las montañas, a veces deben convertirse en tormentas para conseguirlo, una ves que lo logran descansan un rato y observan el lugar tan extraño, nos mira a nosotros porque no ha visto nada igual desde que nació en medio del océano.
Nube se queda inmóvil, la ves?
Y el viento entra entre los recovecos de los acantilados silbando y gritando, alborotando todo a su paso, llevando y trayendo aromas, llevando semillas allí donde nadie espera.
Nube está contenta hoy, sonríe, llevada por su amigo viento, blanca y esponjosa nos mira porque es todo nuevo para ella, se pregunta quienes somos y que hacemos, mira al horizonte y descubre que le queda mucho por descubrir, hay mucha tierra ahí delante, el viento la empujará en algún momento y seguirán viajando hasta que posiblemente encuentren otro mar...
Daniela le dio el envoltorio del zumo a la madre. "Ya lo terminé mamá"
La madre sin decir una palabra, atónita por la verborrea de su niña de cinco años leyó los ingredientes de aquel inofensivo zumo de frutas. "quizás debería empezar a beberlos yo"
La madre sin decir una palabra, atónita por la verborrea de su niña de cinco años leyó los ingredientes de aquel inofensivo zumo de frutas. "quizás debería empezar a beberlos yo"
GRACIAS por la nube
que yo imaginé exploradora
que tú tan bien supiste capturar
en esta espectacular fotografía Tejón ...
La niña tiene mucha fantasía, ojalá no la pierda nunca (ni tu tampoco, Nieves)
ResponderEliminarLa fotografía también muy bonita.
Besos
Maravillosa historia de Nube. Mas de uno deberíamos beber el zumo que beben los niños para poder responder algunas de sus preguntas,jajaja
ResponderEliminarMil besos!!!
Muy linda fotografía, y que linda historia la de la nube, muy inocente y tierna! un abrazo
ResponderEliminar¿Que puedo decir?, me faltan adjetivos,Nieves, eres genial. Ojalá lo vieramos siempre todo con ojos de niños.
ResponderEliminarTienes que decirnos la marca del zumo,jjjjjj
Un abrazón.
Por favor Nieves, ¿dónde venden ese zumo? Me encanta esa historia de las nubes...
ResponderEliminarBesos
A los chicos hay que fomentarles la imaginación, nos sorprenden día a día con sus comentarios y pensamientos originales, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarDentro de la ingenuidad de la niña, su fantasia explicaria muchas cosas
ResponderEliminarMuy linto escrito
Un abrazo
Desde luego es fascinante la capacidad imaginativa de los niños, y lo más fascinante es que cuando tienen una idea, la sueltan sin parpadear, como o mejor que lo haría una persona adulta, porque ellos tienen sus propias teorías, lo que pasa es que los mayores a veces no les queremos o no sabemos escucharles.
ResponderEliminarMe encantó esa deducción de las nubes y el porqué nos miran.
Y sobre todo tu capacidad de ternura para contarlo.
Besitos mediterráneos.
MUCHISIMAS GRACIAS.
ResponderEliminarvero
ptry
Jossep
dorothy
cristina
lapislazuli
gala
y especialmente a ti tejón por tu regalo. te estoy muy agradecida de verdad te lo digo.
un beso a todos amigos:)