Peculiares MaripoSaS revolotearon esa mañana en su barriga. No había ningún motivo ni ningún porqué, sin embargo a las 11:26 minutos se asomó a la ventana.
Era una mañana cualquiera de un atípico invierno, el sol no había dejado de brillar en el último mes, no había ni una brizna de aire y algunas nubes blancas decoraban el cielo azul celeste...
A las 12:10 min. llamaron al timbre...
Un espectro, un holograma apareció frente a ella al abrir la puerta. A pesar de los doce años que habían pasado reconoció sus ojos... sus ojos, su voz... y sus manos.
- Lo siento, dijo tras unos segundos de petrificación... pasa.
El espectro, el holograma se sentó en una silla de jardín - de dos plazas- ella se sentó a su lado.
- Desde cuando estás aquí? preguntó
- Cuatro días.Como estás, que es de tu vida... Estás GUAPA tía.
Él también estaba guapo, mantenía esa luz en sus ojos negros y ese áurea risueña, su verborrea fácil, sus expresiones en cambio eran distintas, su corte de pelo también. Lo escuchaba hablar con una naturalidad y sencillez que le asombraba, como si no hubiese pasado el tiempo, como si la confianza y complicidad de tiempos antaños hubiera estado en letargo y de pronto despertara...
Lo escuchaba hablar, y de ves en cuando ella hablaba también...
Pensó en que hubiera pasado si no se hubiera rendido, si hubiera tenido un poco mas de paciencia, si hubiera permanecido un poco mas de tiempo en aquel hermoso laberinto sin salida que llegó a convertirse su relación. Sabía que de alguna forma él la había querido y la seguía queriendo. Aquella visita lo dejaba claro, había estado lejos de aquel lugar, se había alejado de ella tanto como pudo, doce años de caminos lejanos y experiencias nuevas y aunque el viento siempre le trajo a la joven noticias de él nunca imaginó verse en aquella situación.
Ella se había convertido en una mujer sensata y consiguió con los años mantener los pies en la tierra y controlar los pajaritos de la cabeza, no iba a permitir que el amor la dislocara de nuevo. Permaneció serena y apacible, valoró aquel acto de amor, él no tenía porque visitarla, con seguridad ella no se hubiera enterado de su vuelta, en un par de semana marcharía y todo volvería a ser como siempre.
-Siempre te he llevado en el corazón, eres una tía de Puta madre! fui un gilipollas, no debí marcharme nunca.
Ella se quedo paralizada, que decir... sin duda marcharse fue lo mejor que pudo hacer, pudieron evolucionar, seguir sus vidas y encontrar la felicidad, sin embargo había un hilo conductor entre los dos que siempre estuvo y al parecer siempre estará, a pesar ello habían aprendido a vivir con ese "hilo que los unía" ignorándolo, porque a veces, esa química tan fantástica entre dos personas resulta explosiva y hay que saber permanecer discretamente alejados.
- Dame un abrazo. Fue lo único que se le ocurrió decir ante aquellas "halagadoras palabras"
Un abrazo que se sintió sincero, agradable, tierno y reconfortante, tras el abrazo hubo un beso, que supo a regalo.
A veces la vida te lleva a donde quiere y otras te trae de vuelta aunque no quieras...
ResponderEliminarFeliz año nuevo y besos desde el aire
Esos encuentros, después de tantos años de estar lejos, hacen bien. Ya sea para limpiar lo que todavía queda o para que vuelva a encenderse el fuego, ahora desde una mayor madurez.
ResponderEliminarMuy bueno Nieves, felicidades y abrazo.
Una suerte que las emociones siguieran ahí: a veces los reencuentros sólo sirven para constatar que YA NO.
ResponderEliminarM e ha gustado mucho y me ha hecho pensar,Nieves.
Feliz año.
Cuando todavía existe algo especial dentro de cada uno, es cuando parece que el tiempo no hubiera pasado. Es curioso pero hay personas con las que siempre existirá ese hilo de unión a pesar de la distancia y a pesar de las circunstancias de la vida. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarUn bezasooooo
Preciosa historia. La vida nos lleva por caminos insospechables, quizás por aquellos que necesitamos para evolucionar. Aunque algunos sentimientos sean imborrables en nuestro corazón.
ResponderEliminarBesos, buen finde
Linda historia, nunca se puede tratar de descubrir que hubiera sido si........
ResponderEliminarAbrazo
Una bonita historia, en la cuerda floja de la nostalgia y la sensibilidad contenida. Hay que saber retirarse a tiempo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y muy feliz 2013, Nieves, hasta pronto.
Nieves, que el 2013 convierta el holograma en realidad! Un abrazo grande
ResponderEliminarQue pases un feliz fin de año, y que en el nuevo que llega
ResponderEliminarse cumplan todos tus deseos.
¡Feliz 2013!
un abrazo.