Los Gorriones desaparecen de nuestras ciudades,
dentro de poco tendré que contarles a los pequeños
que un día hubo un pajarito que se llamaba Gorrión,
chiquitito y gordito que revoloteaba a veces sin miedo a nuestro alrededor
para que le echáramos pan del bocata o alguna golosina,
dentro de poco tendré que recordar como eran y contar como acto heroico
cuando alguno se caía del nido siendo demasiado pequeños para echar el vuelo
y lo alimentaba a base de pan mojado en agua y algunas veces en leche,
dentro de poco recordaremos al gorrión como ese pequeño pajarito
que no pudo sobrevivir mas tiempo con ese compañero que no le dio su lugar
ni pensó demasiado en él barriendo a conciencia los jardines de la ciudad dejando en
el olvido que ellos necesitaban esas pequeñas migajas de merienda,
o fumigando los campos con productos demasiado fuertes como para irlos
envenenando poco a poco, silenciosamente
dentro de poco los olvidaremos
incluso mas triste aún, ni los echaremos de menos
dentro de poco... quizás demasiado tarde nos daremos cuenta que
Cada día estamos más solos, víctimas de nuestra propia incapacidad para salvaguardar el entorno.dentro de poco tendré que contarles a los pequeños
que un día hubo un pajarito que se llamaba Gorrión,
chiquitito y gordito que revoloteaba a veces sin miedo a nuestro alrededor
para que le echáramos pan del bocata o alguna golosina,
dentro de poco tendré que recordar como eran y contar como acto heroico
cuando alguno se caía del nido siendo demasiado pequeños para echar el vuelo
y lo alimentaba a base de pan mojado en agua y algunas veces en leche,
dentro de poco recordaremos al gorrión como ese pequeño pajarito
que no pudo sobrevivir mas tiempo con ese compañero que no le dio su lugar
ni pensó demasiado en él barriendo a conciencia los jardines de la ciudad dejando en
el olvido que ellos necesitaban esas pequeñas migajas de merienda,
o fumigando los campos con productos demasiado fuertes como para irlos
envenenando poco a poco, silenciosamente
dentro de poco los olvidaremos
incluso mas triste aún, ni los echaremos de menos
dentro de poco... quizás demasiado tarde nos daremos cuenta que
No olvida.
No se aleja este granuja astuto de nuestra vida.
Siempre de prestado, sin rumbo,
como cualquiera, aquí anda,
se lava aquí, tozudo,
entre nuestros zapatos.
¿Qué busca en nuestro oscuro vivir?
como cualquiera, aquí anda,
se lava aquí, tozudo,
entre nuestros zapatos.
¿Qué busca en nuestro oscuro vivir?
¿Qué amor encuentra en nuestro pan tan duro?
Ya dio al aire a los muertos
este gorrión,
Ya dio al aire a los muertos
este gorrión,
que pudo volar,
pero aquí sigue,
aquí abajo, seguro,
metiendo en su pechuga
todo el polvo del mundo.
aquí abajo, seguro,
metiendo en su pechuga
todo el polvo del mundo.
Claudio Rodríguez, “Gorrión”, de Alianza y Condena (1965)
Lo vi ayer en la tele. Pues yo te digo que donde vivo aún quedan. No sé si es demasiado alarmista lo que han dicho.
ResponderEliminarEn el parque de Begoña, en Gijón, está la terraza del café Dindurra donde te ponen unos pinchos de rechupete. Pues si te descuídas un poco, los gorriones te lo comen.
ResponderEliminarMe encantan los gorriones. Mi ciudad está llena de ellos.
Es un hecho que ha venido sucediendo desde hace años, lo vengo observando
ResponderEliminarMuy linda entrada
Un abrazo
Nieves, hay tantas especies que se van extinguiendo por nuestro mal vivir con la naturaleza! Como bien decís, un día nos encontraremos solos, un abrazo.
ResponderEliminarPreciosa entrada. En mi ciudad, antes venian en manadas como locos al llegar la primavera.Ahora ya no se ven.Millll besitosssss
ResponderEliminarGracias a todos por comentar. La verdad que desde hace años vengo observando que los pájaros en general han disminuido en número en la zona donde vivo que aunque a veces pueden ser incómodos me resulta a la ves triste que acabemos con su presencia poco a poco que quizás puede ser alarmista (como dices, goyo) y que en muchos lugares aún no se aprecie el cambio (como dices, Adivín) pero también sea un echo que se esté produciendo en algunas zonas más que en otras y que algunos ya se dieran cuenta ( como tú, Lapislazuli).
ResponderEliminarCristina, ojala no nos quedemos solos y vuelvan alguna ves a nuestras ciudades otra ves... a que si, Midala?
Un beso a todos :)