En cierto modo no quería confesarle lo que pensaba, seguía recelosa a todo aquel que se sentía interesado por ella. Él le tocó la mejilla suavemente en una caricia, su corazón latía tan fuerte que seguro él podía oírlo. Le retiró el pelo hacia atrás, el roce de sus dedos les enviaba señales de alerta. Iba a besarla. Eso era lo que ella quería ¿no?. ¿Porqué se sentía temblar al borde de un precipicio a punto de caer en cualquier momento?. Entonces sus labios se encontraron y dejó de pensar. Solo sentía la ternura de ese beso, su primer beso en casa, la fuerza de sus brazos rodeándola, el latido de su corazón. Había un precipicio y ella estaba cayendo vertiginosamente enamorándose de él.
¡Hola Nieves!
ResponderEliminarAl final, la acción solo es un beso y un roce. Pero has creado todo un mundo alrededor de ese hecho ¡Genial!
Besos.
Y me encantan esas medias multicolor! Un abrazo Nieves!
ResponderEliminarQue la caída encuentre unos buenos brazos donde aterrizar.
ResponderEliminarUn beso.
El primero, el inolvidable.
ResponderEliminarEse tipo de caída gusta.
ResponderEliminarBesos, buen fin de semana 🌹🌹🌹
Ese es el más bonito de todos los precipicios.
ResponderEliminarBesos.
Gracias por vuestros comentarios y por pasaros a visitarme.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y besitos amig@s
Feliz día !!