Cuando abrí los ojos
descubrí que estaba en una cama grande desconocida. Vi un móvil abandonado al
otro lado de la cama, lo cogí y miré la hora; las 7:48 AM.
Me vi desnuda, el perfume de las sábanas era agradable. Aún
no tenía fuerzas suficientes para abrir demasiado los ojos, solo podía
pestañear cada tanto. Entonces fue cuando vi entrar con total naturalidad a mi
vecino, desnudo. Cerré los ojos. Me cobijé en las sábanas.
Me moví y él se dio cuenta. Se sentó al otro lado de la cama, se recostó
hacia mí y me dio un beso en la mejilla proponiéndome de una forma cariñosa
que podía quedarme en su cama todo el tiempo que quisiera. Me
ruboricé. Acarició mi hombro y mi cintura, silueta de guitarra flamenca,
pasó la mano por mi culo y sentí cierta presión en sus dedos. Me pellizcó con
suavidad y desapareció del cuarto.
Yo intenté recordar. Recordé su invitación a esa copa.
Recordé haber entrado y haberme quitado los zapatos, sentarme en el sofá y
estar bebiendo algunas horas. Me agité entonces en la cama, me puse panza
arriba con mis pezones mirando al techo. Alain dejó de beber porque
declaró estar demasiado borracho pero yo me animé con esa última copa. Hablamos
de nuestros amantes. Aquella conversación me gustaba, me divertía, porque Alaín
resultaba ser uno de esos hombre que te hacen reír. Estar allí con él, que en
el fondo no dejaba de ser un desconocido atractivo me gustaba y a ráfagas me excitaba.
El reloj marcaba horas de madrugada cuando me tumbé en el sofá y él
se sentó a mis pies. Entonces no hablamos mucho. Nos quedamos
en silencio largo rato. Me di cuenta de que su piso era bonito,
con flores en las mesas, fotos de amigos en las paredes y perfumes eléctricos
con olor a jazmín. Me dijo que no tenía novia, no le creí. Tuvo el
valor de preguntarme por qué lloraba aquella tarde, no me creyó, - hizo bien
porque le mentí-. Y en ese largo silencio, raro y excitante a partes
iguales, tuve esa agradable sensación excitante de tener frente a mi algo que era tan
nuevo como desconocido. Él trajo patatas chip y se sentó en el suelo contándome
una historieta de un amigo y su amante. No dudé ni por un momentos que ese
"amigo" era él mismo. Me senté en el suelo frente a él sin pudor, me subí
el vestido para estar más cómoda, creo que se me debían ver las bragas porque me miraba ahí abajo intermitentemente, en esos momentos me reía tanto que no me importaba, la carcajada que solté hizo que olvidara ese pensamiento rápidamente. Me
di cuenta que entre sus piernas todo parecía mas grande. Descansé un
momento de la carcajada. Y entonces me besó, o yo le besé, realmente no tengo
claro ese momento. Recuerdo el sabor de su boca, y sus manos subiéndome
el vestido y las mías bajando la cremallera del pantalón. Nos desnudamos despacito, con el deseo del sediento y la paciencia del que quiere disfrutar ese momento. Volví a agitarme en la cama recordando,
notaba que me excitaba al ir abriendome paso a los recuerdos, separé mis
piernas y subí mis brazos en la almohada totalmente relajada. Recordé entonces que me cogió en brazos y me llevó
hasta su dormitorio. Me dejó suavemente en mitad de la cama, no dijo
nada. El caso es que tenía
pocos o ningún recuerdo de aquella cama. Y aquello me desconcertaba. De
qué había servido entregarse a un chico atractivo, un desconocido que me gustaba y descubría en esos momentos que me encendía si no podía recordar nada
de su noche compartida.
Ahí fui a verlo a él, menuda sopresa me llevé, estos escritores nos están jugando a las escondidas, un abrazo Nieves!
ResponderEliminarMe gusta mucho este relato.
ResponderEliminarMe encanta como describes el despertar antes del "flashback", es genial para despertar la curiosidad del lector, entre los que me incluyo.
ResponderEliminarBesos.
Ese despertar y no saber como llegue ahí
ResponderEliminarBesos
Hola Nieves!
ResponderEliminarcontinúan las historias paralelas de estos vecinos, y me sigue encantando leerlas ^_^ se complementan muy bien y son hiperintrigantes, jaja
Saludos!
Hola Poe :)
EliminarMe alegra especialmente que te guste esta historia de vecindad. Gracias por tus palabras y por visitarme.
Seguro que seguiremos sorprendiendo.
Un besito ;)
Bueno, él se portó bien.
ResponderEliminarHabrá más oportunidades.
Conjugas bien los dos relatos.
Te felicito doblemente.
Besos.
Me ha gustado mucho Nieves, el final de él no me lo esperaba, pero es genial!
ResponderEliminarBien por lo de a dos manos!! :DDD
Besos =)))
Cómo siempre, genial, tienes mucho arte.
ResponderEliminarBesos 🌹
MUCHAS GRACIAS por compartir vustros pensamientos y llegar con esa alegría, regalarme sonrisas y amistad.
ResponderEliminarBesitos :)
Habrá más...
Me gusta mucho lo que estáis construyendo un relato fantástico. Me gusta como plasmáis las dos versiones de la misma historia. Y me gusta porque son distintas, pese a completarse. Es un gran trabajo.
ResponderEliminarGracias Elia, si algo nos gusta a los que escribimos historias es precisamente lo que me dices, que guste y que disfruteis leyendonos.
EliminarUn besito :)