Guárdame entre
tus manos, cuida la esencia de lo nuestro.
Compártelo con
quien quieras, grítalo al viento o guárdalo como uno de esos secretos.
Guarda las
letras que brotan imperfectas y desbordadas de sentimientos.
Cuida de estas
letras tímidas y discretas que nacen desbocadas sin intención ni perspectivas.
En ellas están
los instantes atesorados en mi plano mental.
Los momentos
compartidos a poquitos;
remolinos de
risas y perturbadores recuerdos,
heridas
abiertas por donde se escapan los viejos sueños,
y ensoñaciones
compartidas de un futuro amable.
Incluso en
nuestra distancia estás en mi,
con un goteo de
tu sabia,
flotas sobre el
remolino libre de mis pensamientos.
Insistes en ser
ese hombre que no veo.
sólo he de
asomarme a la ventana para poder ver tu alma
Corazón adentro
En un viaje por
mis venas
persistes en mí
Indeleble
Seré tu
presente perpetuo,
Estaré a tu
lado siempre en tus sueños, hasta que el camino me deje...
Si algún día
nos alejamos no habrá despedidas ni palabras cordiales,
Lo haré en
silencio, me desvaneceré como la niebla al medio día.
Aún así estaré
siempre en ti.
Indeleble
Estaré siempre
contigo,
y veo como el
tiempo dibujó una curva en modo de arcoíris,
por donde se
desbordan las letras y ese amago en forma de poesía,
de pensamiento sin
domesticar.
Sintiendo el
vértigo de la palabra escrita.
Esa que sobrevive a todos los tiempos y a todas nuestras vidas vividas en una.
Esa que sobrevive a todos los tiempos y a todas nuestras vidas vividas en una.
Compártelo con
quien quieras, grítalo al viento o guárdalo como uno de esos secretos.
Cuida de la
esencia de lo nuestro
Guárdame entre
tus manos
Cuida de tu
Tesoro
Nadie se cruza en tu vida
por casualidad, por accidente... la persona que llega a tu vida es la
persona correcta en ese momento y ese tramo de vida. Llega para
hacernos aprender, avanzar o simplemente para volver a vivir y ser feliz.
Mi vida es sencilla,
sin demasiadas cosas buenas, sin demasiadas cosas malas, es lineal,
tranquila y templada como un lago en verano. Adoro mi hogar, la
gente que vive conmigo, las aventuras que no planeo, las meriendas; me
encantaría no hacer otra cosa que merendar, por la mañana, por la
tarde, por la noche... capuchino con todo... tartas, chocolate o pastelitos. Pero lo que más me gusta es poder escaparme contigo, como Tom Sawyer se escapaba a ver a Jim. Entrar por la ventana como una
luciérnaga en verano y colarme en su cama tan grande como el mas grande
de los mares, y deslizarme como gata salvaje en la selva hasta llegar a su
lado, a veces ya duerme cuando llego, intento no moverme para no perturbar su
sueño ligero, otras veces aún está despierto y podemos hablar de lo poco
que nos queda por contar. Me gusta que me hable flojito, que enlacemos las
manos y quedarnos dormidos dados de la mano para no perdernos en nuestros
sueños compartidos. Nos despertamos y volvemos a nuestras vidas,
a nuestros días ajetreados, compartidos o solitarios, de alegrías o
tristezas, según la suerte y el azar... pero sabemos que pase lo que pase,
siempre volveremos a casa, volveré a escurrirme cada noche para estar a
su lado y dejar que me robe ese beso, ese que me sabe a regaliz
y gominolas, el que me hace pensarle en cualquier momento del día y me recuerda que por complicada
que parezca la vida cuando menos te lo esperes aparecerá la alegría para
quedarse.
Hay gente afortunada en est mundo nuestro, ser objeto de estas palabras, digo que debe dar un halo luminoso, una alegria profunda y serena de saberse recinocido en su mejor versión. ¡Qué no daria por ser ese ese hombre invisible! ( sobre todo por las noches); voy acostumbrarme merendar por si un día me convierto en afortunado o en merienda.
ResponderEliminar:) sr.afortunado. .. le invitaría a todas mis Meriendas
EliminarLa vida bien vivida, Nieves, aceptando, compartiendo, amando, un abrazo!
ResponderEliminarCon esa predisposición y fuerza, difícil es, que una pareja rompa, y sobre todo si hay buena cosa de dulces, como chocolate y pastelitos.
ResponderEliminarBesos Nieves.
Bonito y largo texto. Todos merecemos alguien indeleble. Y de esas pequeñas cosas que hacen que nuestra vida sea mejor.
ResponderEliminarBesos.
Que bonito es verla desvestirse el alma; colgar su ropa en un cordel para que se airee su piel de noches selváticas, a la vusta de rodos los afortunados que vivimos en su calle.
ResponderEliminarUna prosa poética con imágenes bien bordadas y llenas de serenidad.
ResponderEliminarUn abrazote, Nieves.
A ver si la alegría aparece por aquí y se queda...
ResponderEliminarBesos.
Muy filosófico, y muy explícito, pero me ha gustado toda la definición en sí.
ResponderEliminarQue nunca se borre y se quede la alegría!
ResponderEliminarBesos
PD: me encanta como escribes =))))
Precioso, Nieves, cuánta sabiduría de vida. Besos 🌹
ResponderEliminarGracias por tanto cariño, por vuestras visitas siempre tan encantadoras. Por hacerme siempre sornreir y hacer que me sienta parte de vuestros trocitos de vida
ResponderEliminarGRACIAS !!!
:)
Lo de las meriendas parece una buena elección.
ResponderEliminarLo de tener alguien que alegre los días con una charla nocturna es algo impagable.
Las meriendas y compartir trocitos de vida con alegría es lo mejor de mundo Guille.
EliminarLo chulo es descubrir a esa persona especial con la que compartirlo es un regalo de vida :)
Besitos