Sentía el calor de un sol templado, sentada en el alfeizar de una ventana miraba el paisaje exterior, la melodía del camión de los helados le regalaba una sensación de regocijo, olía a jazmín...
El camión se para a unos metros de su ventana y ve como él compra un helado de limón.
Ve como se acerca a ella mientras saborea un par de veces el helado, y él le sonríe, y ella se acerca a las rejas blancas, y él se acerca también, el camión prosigue su camino con su alegre melodía, cuando pasa junto a ellos se besan, zigzagueando se funde el sabor de su cítrica lengua, y ella al besarle le muerde los labios, él reacciona pero alarga el beso lamiendo los restos de pasión que se escapan entre la comisura...
Niños corren por la acera cuando él acerca el helado para que ella le de un bocado, muerde, saborea, disfruta...
Recorriendo los senderos de su mente, cuando anda medio moribunda de sueños y amores, de futuros que nunca llegan, él siempre encuentra el camino al alfeizar para que pueda mirarle a los ojos y descubrir en ellos el infinito, para encontrar la ruta que le lleve a su destino... y al despertar, en un pantano de soledades, recuerda el sueño asomada en la ventana en fría madrugada, viendo el mismo paisaje exterior, teniendo la lunática idea de querer hacerse eterna a su lado, en ese lugar donde se fabrican los sueños... Y vuelve a la cama y vuelve a sus sueños.
Al día siguiente después del almuerzo, se sienta en el alfeizar de la ventana esperando.
Antonio su marido desde hace dos años mira televisión ensimismado. Ella lo mira y le comenta:
-¿ Sabes? Esta noche he visto un sueño
- Y de qué trataba. Responde Antonio sin muchas ganas.
- Estaba aquí sentada mientras me comía un helado.
Antonio sin tener el más mínimo interés por ese banal sueño el televisor siguió mirando mientras ella sentada en la ventana siguió esperando...
¿Qué sería la vida sin sueños?
ResponderEliminarEl marido que poca consideración, los hay que no tienen ninguna sensibilidad.
Besos
Con los sueños, unos labios que besan con sabor a limón y el alma en otra dimesión, son los únicos alivios para soportar una cotidianeidad tan vacía...
ResponderEliminarBien expuesto, Nieves.
Besotes.
¡Antonio, hombre, ponte las pilas, jajaja!!
ResponderEliminarTe ha salido un escrito...no sé cómo explicarlo...como en tres dimensiones, muy "palpable", muy para todos los sentidos. Al leerlo no sólo "he visto un sueño"; lo he podido tocar.
Muy bonito, Nieves, me ha gustado mucho.
Feliz fin de semana. Un beso!
Nieves, tal vez ella debiera contarle el sueño completo para que Antonio se levante de su silla y corra a comprarle un helado, a veces hay que buscar el romance en la realidad cuando no llega sino a través del sueño, los matrimonios a veces se "achanchan" Hermosa historia, un abrazo!
ResponderEliminar:), el esposo ni le presto atención, pero que hermoso sueño por un momento pensé que fue realidad :), estupendo Nieves Abrazos
ResponderEliminarQué pena,sólo llevan dos años y a ella parece que nada más le queda soñar con ese amor... Me ha recordado en cierta manera a la canción de Cecilia "El ramito de violetas". Precioso relato Nieves!!
ResponderEliminarMil besos!!!
Está demostrado que nos sueños nos informan de ciertos detalles de nuestra vida real que a simple vista pueden pasar desapercibido y en este relato parece que la relación de Antonio y la protagonista hace aguas...
ResponderEliminarElla vive en sueños la pasión que añora en su día a día.
Besos a todos y gracias por vuestros pensamientos que siempre me hacen sonreír.
MIL BESOS !!
:D