La buhardilla

Si hay algo que siempre me ha gustado y lo he imaginado mil veces es tener una buhardilla...
Y curiosamente Eli en su Blog Vino e Sole  me lo ha recordado.

La suelo imaginar por la noche, de madrugada, que es cuando mi cabeza le da por inventar, pensar, divagar y viajar lejos....

No hace falta ver ningún calendario lunar para saber que hay luna llena,  la noche del martes entraba tanta luz por la ventana que no podía conciliar el sueño.

Me movía como una lagartija, terminé como de costumbre en verano,  con la cabeza en los pies de la cama, estiré  la cabeza intentando ver un trocito de cielo por la ventana, -la luna, la sentía tan cerca-

Hacía calor, me levanté...  me asomé por la ventana y si! allí estaba brillante y reinando en la silenciosa noche.

En unos minutos si me pongo justo al borde de los pies de la cama  la vería, así que volví a tumbarme.

Ojala mi dormitorio fuera una buhardilla, pequeña sin muchos muebles; la cama y  una inmensa estantería con mis .... buenos los libros de todos los que quisieran leerlos, alguna que otra foto de la gente que quiero y tengo lejos, algún que otro dibujo de los que me regalan y poco mas.

En el techo una gran cristalera, para ver el cielo por la noche, las estrellas, la luna, los meteoritos, Objetos voladores -de esos no identificados-, la lluvia de otoño, los relámpagos de las tormentas acercándose....

Me quedaría dormida mirando cada noche  esa cristalera, ese cielo...  seguro que  tendría grandes ideas, la inspiración y los sueños seguros que llegarían a raudales.
No haría falta imaginarme "La osa mayor" que está justo sobre mi, tras ese techo blanco inmaculado porque la vería todas  las  noches.

Y sobre todo sentiría y tendría esa conexión con la Noche como se tiene con el Día y abres  las ventanas cada mañana para que la luz lo inunde todo.

Así lo  invento.          Así lo sueño...           Así vuelvo a quedarme dormida.....    

  Bajo el influjo de la luna...