Placebos y convicciones

- Me han echado un mal de ojo. Su rostro denotaba preocupación y desasosiego.

- Que me estás contando, si tú nunca has creído en eso. Además eso son tonterías, quien te ha dicho eso?

- No me lo ha dicho nadie, pero llevo un mes fatal, voy al médico todas las semanas sino es para una cosa es para otra.

Noté entonces un silencio extraño, como si al ver que yo me cerraba en rotundo en darle credibilidad al asunto ya no me contaba más.  Como lo conozco muy bien, le dije...

- Bueno haber cuéntame, como has llegado a esa conclusión.

Él entonces dejó a un lado la taza de café recién bebido,estaba sentado frente a mí  y se incorporó apoyando sus brazos en la pequeña mesita de la cafetería, yo hice lo mismo, nos acercamos uno a otro  para que nadie de aquel lugar pudiera escuchar lo que me iba a relatar.

Hace mes y medio mas o menos estaba en la cafetería, como cada tarde antes de entrar a trabajar, entonces entró una mujer pidiendo, vendía también mecheros a un euro, nadie le dio nada, no vendió un mechero y entonces se fue relatando a la calle, yo la seguí con la mirada y desde la ventana me enteré que dijo:

"Ojala todo lo que tengáis os lo gastéis en medicinas" y  "quilla" - él suele decir mucho eso de quilla-  que desde entonces solo hago ir al médico, para el ojo, el estómago los pies....

- Bueno un momento, entonces todos los que estaban en el bar están igual que tú no???

- No nonono, solo yo, ya lo he averiguado.  Siguió susurrando.

- ¿No te queda claro entonces el porqué ha pasado?

- Que todas las enfermedades que deberían haber tenido los que estaban en el bar las tengo yo.

- Pero vamos a ver, ¡Que me estás diciendo!  me estás dejando alucinada eh, para mi está claro...  tú fuistes el único que escuchaste esas palabras y esas cosas funcionan así,  lo importante es que tú lo sepas porque el poder de esas palabras es tu propio miedo, tú  mismo te sugestionas y en el peor de los casos (como el tuyo) te lo crees y entonces ocurre lo que escuchaste. Esa mujer no tiene poder para nada, solo estaba enfadada...

- Entonces como lo arreglo, cada ves estoy peor..

Lo peor que puede pasar es la sugestión y mi amigo estaba totalmente enredado en  esa tela de araña de la sugestión,  sin duda me sorprendió porque sabía que ese tipo de cosas nunca se las  había creído...

¿ Que podía hacer para tranquilizarle?, porque las palabras muchas veces caen en saco roto...

Me cambie de asiento y me coloqué justo a su lado.

- Ya sabes que no hablo nunca de este tema, y no voy a hablar hoy tampoco...

- Has visto algo a que sí!!! lo sabia!!!! Su rostro era  toda una expresión de drama

- Si lo he visto, de echo lo veo ahora mismo... toma mi anillo de poder.... - se lo puse en el dedo que le cabía- te dejo mi alma dentro de este aro mágico y lleno de luz, dentro de tres días estarás ligero como una pluma  y renovado de todo mal.

- Hay gracias, gracias... me dijo...

Como podéis imaginar...  todo me lo inventé en ese momento, pero el dicho cría fama y échate a dormir suele ser implacable, si algún día eché las cartas jugando o conté una intuición y se materializó no fue mas allá de la casualidad pero claro la gente suele encasillar las cosas ... Es por eso  que me empezó a agobiar y dejé de hablar del tema.

El caso es que evidentemente gracias a mi anillo de poder - un anillo de dragón que siempre llevo- que actuó como placebo lo convencí y conseguí engañar una mente que por unos días estuvo perdida en dudas y miedos absurdos,  mi amigo recobró el sentido común y yo recuperé mi anillo.

El mal de ojo  es en realidad mal de mente,

mal demente, mal de tu mente,  no es mas.

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