- Y ésta? Miro el doctor a través de la ventanilla de cristal de la puerta.
- Ella no tiene seguimiento. Respondió el compañero que le acompañaba en su primera visita a su nuevo hospital.
- Pero ¿Que diagnostico tiene? Insistió.
- Catatónico, permanece ausente desde hace 19 años...
La encontraron en una habitación a oscuras, con la ventana y puerta cerrada, sin ninguna luz a excepción de unos cirios encendidos colocados estratégicamente. Estaba amordazada y amarrada en una silla frente a un enorme espejo. Quién lo hizo sabía bien lo que hacía.
La encontraron unos niños que jugaban por la zona, de casualidad, los forenses dijeron que llevaría 10-12 días, quien lo hizo quería matarla de hambre y sed pero no sin antes dejarla ausente del mundo.
- Como pudo ocurrir doctor? Se escuchó una débil voz de uno de los estudiantes de medicina.
- Es una conocida tortura, cuando permaneces durante bastante tiempo mirándote en un espejo dejas de reconocerte, llega un momento que la imagen del reflejo del espejo es un total desconocido.
- Como puede ser, donde va tu conciencia entonces?
- Se queda en el espejo.
Aterradora historia Doña M.
ResponderEliminarBesos desde el aire
Muy interesante relato.
ResponderEliminarLos espejos traen muchas sorpresas, esta lo ha sido también.
Un beso, muy buena noche guapísima...
De terror... me gusta ese final misterioso, esa anulación total que consigue algo tan frágil como la propia imagen.
ResponderEliminarAbrazos (con los pelos de punta)
Hay muchas culturas que creen que los espejos destruyen aquello que reflejan. Supongo que cuanto más te empeñas en conocerte, más te ensimismas y menos puntos de referencia tienes para ello. Me ha encantado el cuento.
ResponderEliminarUn beso
Pueden pasar días sin verme en un espejo y la mayor parte de las veces no me reconozco en la persona que veo, me parece que no tiene ángulo suficiente, le falta brillo, color...
ResponderEliminarLa persona que hizo esa maldad se merece reconocer el monstruo que es cada vez que mira un espejo.Inquietante relato.
Abrazos
Nunca pensé que mirarte tanto al espejo fuera una tortura, pero visto así, despues de tantos dias frente a él, sin comida ni agua, entiendo que puedas quedarte catatónico, no por tu reflejo que se va demacrando, sino porque la falta de sustento acaba contigo.
ResponderEliminarTerrible relato mi niña! yo que venia a sonreir un rato! me dejaste perpleja!!
No pasa nada, eso tiene fácil solución, ahora te leo algunos de los anteriores y seguro que arrancas mi sonrisa con esa ternura que tienes.
Pero que sepas que este, aunque algo tristón me ha encantado!!
Besitos mediterráneos desde Girona.
• Rosa, Se que andas apurada de tiempo, por eso te agradezco tus visitas y tus palabras.
ResponderEliminarUn besote grande :)
• Verónica, Los espejos están presentes en muchos cuentos e historias, puede que tenga mas poder de lo que imaginemos .
Un beso :)
• Susana, pero que amable eres, viniendo de alguien que escribe tan bien como tu es alargador.
Muchas gracias y un abrazo grande:)
• Dorothy, Una vez escuché que el ser humano no está preparado ni para reconocer su imagen ni su voz, los espejos y las grabadoras son productos tecnológicos que nos hemos acostumbrado a ellos, son útiles e imprescindibles pero...
A ti no te pasa que cuando escuchas tu voz dices " pero así hablo yo???"
En fin que ya empiezo a divagar...
Un abrazo Dorothy :)
• Suso, Días sin mirarme en el espejo???
Madre mía con lo presumida que soy yo eso sería puedo decirte casi imposible para mí. Yo me miro todos los días y varias veces... jajajaja
Lo que me dices que hay veces que no te reconoces es verdad... te miras a los ojos y te dices... ¿quien eres?.
Pero te diré por si hace mucho que no te miras que se te ve muy bien.
Un besote de los grande y un abrazo energético. Cuidate !!! :)
• Gala,No siempre os voy a dar risas no??? Un poco de intriga y suspense siempre viene bien.
No has escuchado eso que dicen que los espejos son la entrada a otras dimensiones???
Un beso grandioso y ánimo en esta recta final!!!